¿Cuánto Cuesta Instalar un Termo?
En promedio, instalar un termo puede costar entre los $30.000 y $100.000 pesos. Estos precios varían según diferentes factores, tales como el tipo de termo que se vaya a instalar, la experiencia del gásfiter, si existen instalaciones de gas o electricidad apropiadas, tu ubicación (por los gastos de traslado), qué tan rápido necesitas que vayas el profesional a tu propiedad a instalarlo, entre otros factores.
De forma básica, un termo funciona calentando el agua y se apoya en una resistencia para saber si el agua ha alcanzado la temperatura deseada. Una vez que la resistencia se activa, el termo deja de calentar el agua y la mantiene tal como está para poder usarla en la cocina, el baño o cualquier otro lugar de la propiedad.
Factores de precio
Si bien cada profesional maneja precios diferentes, generalmente se ubican dentro del rango mencionado en un principio. Puede que cambie un poco por el tipo de termo debido a que no es lo mismo instalar un aparato de 50 litros que uno de 300 litros por la posible incomodidad de adaptar un termo grande, subirlo por escaleras (si es que hay en la propiedad) y conectarlo a las conexiones que por lo común están presentes en muchas viviendas.
Por cierto, si en el lugar no existe el cableado necesario para conectar el termo o las instalaciones de gas no están en buenas condiciones, el profesional debe trabajar más para completar la instalación, lo que significa que seguramente te va a cobrar más.
En caso de que ya tengas un termo y solo lo quieras cambiar, es probable que el servicio de instalación incluya remover el termo existente, pero se debe consultar con el gásfiter antes de solicitar el servicio para evitar confusiones. Además, es importante preguntar si el precio es por instalar el termo en el mismo lugar donde estaba el anterior, o si se puede pedir que lo coloquen en otro espacio.
Ten en cuenta que el costo de los repuestos no está incluido en el precio del servicio. A veces es posible pedirle al gásfiter que los compre, pero eso implica pagar un recargo que normalmente corresponde a un porcentaje de la factura, más el costo de las piezas, evidentemente.
Tipos de termos
De forma general, existen principalmente dos tipos de termos, estos son:
- Termo Eléctrico: Funciona mediante una resistencia eléctrica que calienta el agua almacenada en su interior. Es fácil de instalar y no requiere de un sistema de ventilación, lo que lo hace ideal para espacios reducidos. Además, permite tener agua caliente disponible en cualquier momento, pero puede implicar un mayor consumo de energía eléctrica si no se utiliza de manera eficiente.
- Termo a Gas: Usa gas natural o gas licuado para calentar el agua y es más eficiente en términos de consumo energético en comparación con los eléctricos, especialmente en zonas donde el gas es más económico. Requiere una instalación más compleja, ya que es necesario un sistema de ventilación para la evacuación de gases, y su mantenimiento debe ser regular para asegurar un funcionamiento seguro.
Ambos tipos de termos tienen sus ventajas y desventajas, por lo que la elección entre uno u otro depende de las necesidades específicas que tengas en tu hogar y las condiciones de acceso a energía en cada comuna o región.
Aspectos generales a considerar
Aunque en muchos casos es probable reparar ciertas fallas de un termo, en otros puede que necesites cambiarlo por uno nuevo. Por ejemplo, si escuchas ruidos extraños, quizás se haya formado sedimento en la base del tanque y sea muy difícil removerlo, de manera que haría falta adquirir un termo nuevo.
Asimismo, si el agua tiene un color extraño o parece que tuviera óxido y no se resuelve drenando el agua junto con una limpieza del tanque, deberías reemplazar el termo. Otra razón importante para considerar adquirir un termo nuevo es si el tuyo ya tiene más de 10 años o el agua se ha filtrado por fracturas pequeñas en el metal del tanque que se pudo haber formado a través del tiempo.
El lugar donde se vaya a instalar el termo tiene que cumplir con las especificaciones que establezca la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y preferiblemente debe estar cerca de los baños y la cocina, aparte de evitar colocarlo al lado de aparatos que emitan ondas electromagnéticas como el horno microondas.
Ventajas de un termo
A pesar de que existen otros aparatos que pueden calentar el agua, el termotanque ofrece ciertas ventajas únicas como las siguientes:
- El agua se calienta rápido, a diferencia del calefont que a veces necesita tiempo para calentarla y en ocasiones se debe dejar la llave abierta hasta que salga el agua caliente
- Si es eléctrico no necesita instalación de gas, evitando así posibles riesgos y reduciendo la frecuencia de la mantención
- No requiere tener una cantidad mínima de agua para empezar a calentarla
- Aunque un termo tiene un funcionamiento complicado, suele ser fácil de instalar, pero de igual forma lo debe hacer un gásfiter certificado por la SEC.
En el caso de los termos eléctricos, se debe evaluar la condición del agua que fluye por la propiedad para ver si es mejor colocarle una resistencia envainada o blindada, de manera que las cañerías no se oxiden rápido.
Consejos profesionales
Al contratar a un especialista, es recomendable prestar atención a estos consejos para obtener los mejores resultados con la instalación del termo:
- Si está en tus posibilidades, considera adquirir un termotanque de buena calidad para que dure más tiempo.
- Procura no utilizar un termo que tenga ciertos daños.
- Por más que conozcas de gasfitería, recuerda que un profesional autorizado por la SEC debería hacer la instalación.
- Considera la capacidad del termo antes de comprar uno, tomando en cuenta la cantidad de personas que viven en tu casa o departamento.
- Si ocurre algún problema con el termo, contacta a un gásfiter lo más pronto posible.
Contratar a un profesional para la instalación de un termotanque es crucial para asegurar que el equipo funcione de manera segura y eficiente. Un instalador experto garantiza que todas las conexiones eléctricas y de agua se realicen correctamente, evitando fugas, cortocircuitos o daños en el equipo. Además, una instalación profesional asegura que el termo cumpla con las normativas de seguridad, prolongando su vida útil y optimizando su rendimiento.