¿Cuánto Cuesta un Podólogo?
En promedio, un podólogo cobra entre $20.000 y $60.000 pesos por una sesión de podología. El costo puede variar dependiendo de la experiencia del profesional, la urgencia con la que necesites el servicio, tu ubicación (si es el servicio a domicilio), tu edad y los tratamientos adicionales que se necesiten.
El podólogo es un profesional que se encarga de la salud de los pies y solo puede ejercer con una resolución o autorización del Ministerio de Salud. De esta forma, las autoridades se aseguran de que los podólogos puedan ofrecer un buen servicio, ya que les hacen una evaluación y les piden varios antecedentes.
Una sesión de podología suele durar 45 minutos aproximadamente, en la que las herramientas de trabajo del podólogo incluyen insumos desechables que se botan después de cada sesión. Los instrumentos de uso continuo puede que se sometan a altas temperaturas (180º) para eliminar cualquier rastro de virus (como el Covid), aparte de que los podólogos hoy en día suelen usar varias medidas de protección como guantes, protector facial y mascarilla.
Los problemas más comunes se suelen presentar en los adultos mayores, tales como los juanetes, callos, deformaciones en los dedos, molestias, dolores, infecciones, entre otros. Aparte de que si padece de diabetes, se puede sufrir de pie diabético, lo que requiere un cuidado especial por parte del podólogo, que en este caso es un podólogo geriátrico.
Factores de precio
Los valores dependen de la edad del cliente, porque trabajarle los pies a un niño suele durar menos tiempo que a un adulto, así que la atención pediátrica suele costar entre un 15% y un 20% menos que la de adultos. Por otra parte, si el podólogo va a domicilio, el servicio puede costar entre $5.000 y $10.000 pesos extras, aparte de los precios mencionados al principio.
Asimismo, existen algunos servicios adicionales que pueden ser útiles para ciertas personas, dependiendo del problema que presente. Un rango de precios aproximado por servicios adicionales de podología pueden ser los siguientes:
- Curación: $7.000 - $10.000 por dedo.
- Uña encarnada u onicocriptosis: $20.000 - $30.000 por dedo (si es bilateral, el precio puede ubicarse entre los $35.000 y $40.000).
- Verruga: $15.000 - $30.000 por pie (puede que aumente si el pie tiene muchas verrugas).
- Micosis: $15.000 - $20.000 por pie (depende del grado de la micosis).
Estos son algunos de los problemas más comunes que suelen tratar los podólogos. También pueden sanar el pie diabético, pero es importante aclarar que esto no es un servicio adicional, sino que es una de las condiciones que podrían trabajar en la atención podológica convencional.
Perfil del profesional
Los podólogos son profesionales especializados y la mayoría cuentan con las siguientes características que les permiten entregar el servicio:
- Destreza para mover las manos con precisión y así tratar el problema del paciente de forma eficaz.
- Paciencia, de manera que pueda trabajar en pies delicados, sin apuros y con el cuidado necesario.
- Tacto para sanar a pacientes que sientan dolor o les den vergüenza sus pies.
- Conocimientos relacionados con los pies, que estén lo más actualizados posible.
- Habilidades de atención al cliente, debido a que se trabaja con pacientes de forma cercana y directa.
Por último, es importante saber a qué profesional acudir, debido a que algunas personas podrían pensar que un especialista en pedicure y un podólogo se dedican a lo mismo. Aunque ambos especialistas trabajen con los pies, se enfocan en dos ámbitos bien diferentes.
Un podólogo se diferencia de un especialista en pedicure porque el podólogo se encarga de corregir problemas de los pies, tales como uñas encarnadas, hongos, pie plano, fascitis plantar y cualquier otra problemática que afecte al paciente. Un especialista en pedicure se dedica a la estética o embellecimiento de los pies, ya que no tiene el conocimiento para aplicar tratamientos que curen enfermedades como las mencionadas anteriormente.
Etapas del servicio
La atención geriátrica del pie contiene varias fases, las cuales se suelen realizar en el orden específico que se menciona a continuación:
- Asepsia: Este término se define como la eliminación de bacterias de un área (en este caso, del pie). Es una etapa que se hace al principio y al final del servicio, porque al finalizar la podología pueden quedar residuos de callosidades y uñas en el pie. Por lo tanto, se aplica un antiséptico en toda la parte dorsal (de atrás) y plantar del pie, aparte de recorrer los espacios interdigitales (entre los dedos) para que el líquido mate todas las bacterias.
- Inspección del pie: Se refiere a visualizar el arco ubicado en la parte frontal del pie, para luego pasar a observar la parte de atrás del mismo, prestando atención al gastrocnemio (un músculo que se contrae al caminar), la forma del talón y la simetría del pie, entre otras cosas. Además, se toca la planta y la zona delantera del pie con el fin de identificar edemas (hinchazón), aparte de ver la sensibilidad general en todo el área y luego se evalúa la coloración del pie, las lesiones que pueda tener, los espacios interdigitales, etc.
- Corte de uñas: Esta parte del servicio se sobreentiende qué es, pero vale decir que no es el mismo corte de uñas que se pueda hacer una persona en su casa, debido a que se usan instrumentos especiales siguiendo unas técnicas específicas. Aparte, se eliminan las callosidades y cualquier otra dureza que tenga el pie.
Aspectos generales a considerar
El cuidado de los pies es importante para prevenir la aparición de enfermedades, molestias y dolores que compliquen caminar o estar de pie. Cabe destacar que ciertos problemas como tener una mala pisada pueden terminar afectando otras partes del cuerpo como las rodillas, las caderas o la columna vertebral.
Cuanto antes se le preste atención a los pies y se acuda a un podólogo, más beneficios se obtienen. Asistir desde niño permite asegurarse que la pisada sea la más adecuada, con el fin de evitar problemas a lo largo de la vida.
Si eres deportista, es aún más importante que visites a un podólogo con cierta frecuencia (aunque sea una vez al año), debido a que trotar y correr hace que los pies aguanten una carga más pesada de lo normal. Cuando se corre, el peso que deben soportar los pies es aproximadamente cuatro veces más grande que si se estuviera de pie.
Por último, es una buena opción que mandes a hacer zapatos o plantillas personalizadas. En caso de que te cueste conseguir calzados de la talla que tengas, un podólogo te puede dar varios consejos para seleccionar el calzado que mejor se ajuste al tamaño y a las características de tu pie, lo cual es especialmente útil si tienes problemas para caminar, trotar o correr.
Consejos profesionales
- Recuerda contactar a un podólogo para que revise tus pies al menos una vez al año. Si tienes algún problema o enfermedad, lo ideal es que aumentes la frecuencia en visitarlo.
- Usa un calzado que sea cómodo y se adapte a la forma de tu pie (especialmente si sufres de pie plano).
- Así tengas los pies sanos, es recomendable que consideres contratar los servicios de un podólogo, ya que posiblemente descubra algún problema con tus pies que no hayas notado.
Cabe mencionar que es importante revisar que el podólogo al que elijas, esté autorizado por la Seremi de Salud (Secretaria Regional Ministerial de Salud) y para eso le puedes pedir su número de registro entregado por dicha institución. Si no está acreditado, se corre el riesgo de que no haya cumplido con los requisitos que exigen las autoridades chilenas.