¿Qué es una Carilla Dental?
Una carilla dental es una lámina delgada que se coloca sobre cada diente para que se vea mejor. De esta forma, el paciente puede tener una sonrisa atractiva al ocultar las manchas y cualquier otro defecto que posiblemente tenga, con el fin de que no se noten.
Ponerse una o varias carillas es útil porque mejoran el aspecto de las piezas dentales de forma rápida e indolora, aparte de que protegen la superficie del diente de alimentos que puedan dañar el esmalte, como comidas duras o alimentos que puedan oscurecer el diente (refrescos, café, etc.).
Tipos de carillas
Las carillas están hechas de varios materiales, entre los que se encuentran la porcelana o cerámica y el composite:
- Carillas de composite: Son las más usadas para corregir problemas leves relacionados con la forma y la apariencia de los dientes, además de que permite que el dentista trabaje rápidamente, resultando así en una experiencia más cómoda para el paciente por no tener que esperar tanto mientras el profesional cumple con su labor.
Su colocación es sencilla: el odontólogo aplica el material sobre la pieza dental y va moldeando el composite según la forma del diente, lo malo es que el resultado final no es tan preciso como el que se obtiene con las carillas de porcelana. - Carillas de cerámica o porcelana: Normalmente, le sirven a los pacientes que necesiten carillas en varios dientes, debido a que dichas carillas se trabajan con anticipación en un laboratorio, es decir, se generan piezas que estén basadas en las medidas de los dientes de la persona. En estos casos hay que preparar el diente donde se va a montar la carilla, por lo que es un proceso que lleva más tiempo y termina siendo invasivo, puesto que se trabaja directamente sobre la estructura del diente y no de forma superficial como pasa con las carillas de composite.
Ventajas del servicio
Ponerse carillas suele aportar muchos beneficios, entre los que se encuentran:
- Resultados rápidos: Generalmente, se pueden ver mejoras después de unas pocas sesiones.
- Durabilidad: Casi siempre duran muchos años, independientemente de que sean de composite o de porcelana.
- Procedimiento casi indoloro: Normalmente, no duele cuando las ponen.
- Variedad: Existen muchas opciones que se adaptan a diferentes presupuestos.
- No dañan el esmalte: Casi siempre las carillas se pegan con resina a los dientes.
Estas son solo algunas de las razones por las que puede ser favorable colocarse carillas. Cabe destacar que solamente un dentista puede determinar si al paciente le conviene o no someterse a este tratamiento.
Contraindicaciones
No es recomendado ponerse carillas en los siguientes casos:
- Si se sufre de bruxismo: Es una enfermedad que consiste en apretar o rechinar los dientes muchas veces al día, incluso de forma inconsciente o durante el sueño. De usar carillas mientras se padece de dicho padecimiento, puede hacer que se rompan fácilmente las carillas, perdiéndose así el trabajo.
- Cuando los dientes están muy juntos: En este caso se recomienda que el paciente se ponga brackets o frenillos antes de pagar por unas carillas, ya que colocarse frenillos es un procedimiento menos invasivo y puede hacer que las piezas dentales se organicen, en caso de que estén desordenadas. También se recomienda utilizar aparatos primero si no se tiene una buena mordida, por el riesgo de que se fracturen las carillas.
- Si no se presta atención a la higiene bucal: Al acumularse el sarro entre las encías y los dientes existe la posibilidad de que aparezcan caries, las cuales son más difíciles de trabajar cuando se tiene carillas, trayendo como consecuencia mayor incomodidad para el paciente. Aparte de que tal vez sea necesario ir varias veces al dentista para solicitar limpiezas dentales profesional, en pro de que las carillas se mantengan en buen estado.
De igual forma, lo más seguro es que el dentista detecte con tiempo cualquier condición que podría agravarse con las carillas, de manera que el paciente pueda optar por otro tipo de tratamiento.
Efectos secundarios
Por lo general no surten efecto secundarios graves, lo que podría pasar es que se sientan más sensibles los dientes que tengan carillas de porcelana, aunque es muy raro que esto pase. Siempre y cuando sigas los hábitos de higiene dental (cepillarse tres veces al día, pasarse el hilo dental, etc.), evites comer alimentos duros como pan tostado, aparte de no tomar refrescos ni fumar, las carillas de composite pueden durar entre 5-10 años y las de porcelana entre 10-15 años.
Por último, colocarse carillas cuando existen enfermedades en las encías, caries o mucho sarro entre los dientes, puede empeorar la situación. Para evitar eso, los dentistas generalmente realizan los tratamientos que sean necesarios dependiendo del paciente, como puede ser una limpieza dental, una restauración de una caries, entre otros.