Las piscinas estructurales son bastante comunes hoy en día que por su fácil manejo y el hecho de que no requieren grandes procesos para su instalación, esto ha hecho que cada vez más personas opten por este tipo de piscinas para disfrutar de un día soleado.

Ahora bien, aunque armar una piscina estructural es bastante sencillo y por lo general todas ellas incluyen un manual para facilitar el proceso de instalación, siempre debes tener en cuenta algunos pasos importantes como los que explicamos a continuación:

• Instala la Protección en la Base: las piscinas estructurales tienen una base de tela gruesa que las protege de cualquier objeto filoso que pueda estar en la superficie donde las coloques. El primer paso para armar tu piscina, es extender esta protección sobre el terreno en el que la instalarás.
• Extiende la Tela: una vez que hayas instalado la protección en la base, es momento de sacar y extender la tela de la piscina. Para hacerlo, debes cuadrarla encima de la base protectora, de forma que no toque el suelo para que no pueda dañarse con cualquier objeto filoso.
• Instala los Bordes: cuando tengas la tela de la piscina extendida, debes sacar los tubos que forman la estructura e instalar primero los que conforman el borde de la piscina. Para hacer esto deberás deslizar los tubos dentro de los bordes de la tela y unirlos con los codos y los tornillos que estarán dentro del kit de instalación.
• Instala los Soportes: una vez que tengas todo el borde armado, debes instalar los tubos que sirven de soporte. Generalmente, todas las piscinas estructurales incluyen al menos 6 soportes, uno para cada esquina y 2 que van en el medio. Esto le dará estabilidad a la estructura y permitirá que no se caiga.
• Instala el Filtro: cuando tengas toda la estructura armada, lo que debes hacer es instalar el filtro de agua que viene con la piscina. Por lo general, debes conectar el filtro a una fuente de agua para llenar toda la estructura y comenzar a disfrutar.

Ya que este tipo de piscinas armables están diseñadas para ser usadas de forma casual, no es común prepararlas con cloro y alguicidas, sin embargo, si quieres dejarlas instaladas durante algunos días, es recomendable prepararlas con 20 gramos de cloro granulado y 5 mililitros de alguicida por cada 1000 litros de agua.