Las perforaciones consisten en la colocación de piercings o aretes en diferentes partes del cuerpo, tales como orejas, cejas, pecho, lengua, ombligo, labios, entre otras. Para realizar estas perforaciones se pueden utilizar tanto agujas como pistolas de perforación.

Una aguja para perforar es simplemente una aguja compuesta por un hueco en su interior, a través del cual se introduce el piercing después de la perforación. En cambio, una pistola perforadora utiliza un mecanismo compuesto por un resorte o presión para impulsar el piercing directamente durante la perforación. Por lo tanto, si estás considerando hacerte una perforación, es importante que conozcas sus principales diferencias, las cuales son:

• Uso y Precisión: Una aguja de perforación es más fácil de manipular y además permite tener un mayor control del área o tejido a perforar, por lo que se utiliza más para perforaciones en áreas delicadas, como la lengua, las cejas y la nariz. Mientras tanto, una pistola puede ser menos precisa, ya que utiliza fuerza o presión para impulsar el piercing a través del tejido, por lo que se usa más comúnmente para perforaciones en el ombligo y las orejas.
• Daños y la Piel: Una pistola es más propensa a ocasionar daños en el tejido debido a que esta perfora con fuerza o presión utilizando directamente el piercing o arete, mientras que la aguja entra sola y generalmente es bastante delgada y puntiaguda, permitiendo una perforación más suave.
• Cuidados o Esterilización: Una pistola suele ser más difícil de esterilizar que una aguja, ya que una pistola está compuesta por múltiples partes o piezas, lo que genera que haya un mayor riesgo de infecciones.

Ambos métodos pueden ser usados para realizar una perforación, por lo que decidir si perforarte con aguja o pistola puede depender generalmente del tipo o área a perforar, si no estás seguro, es recomendable buscar la ayuda de un profesional en perforaciones, quienes pueden asesorarte y ayudarte con la perforación de forma segura y eficiente.