¿Cuándo Asistir a un Fonoaudiólogo?
Los fonoaudiólogos son profesionales capacitados para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades o trastornos relacionados con la capacidad de hablar, la deglución, el lenguaje, entre otros aspectos relacionados con la comunicación. Es recomendable que asistas a consulta con un fonoaudiólogo si presentas alguna dificultad para pronunciar las palabras, te cuesta tragar ciertas comidas, estás afónico (sin voz) o sufres de ciertas enfermedades.
Ellos pueden tratar a personas de todas las edades, incluyendo bebés, niños, adolescentes, adultos y personas mayores. A los bebés y niños los suele atender un fonoaudiólogo infantil, mientras que las personas mayores se pueden ver con el especialista en fonoaudiología geriátrica, mientras que los adultos podrían ir a una consulta con el fonoaudiólogo.
Aunque la fonoaudiología no es tan conocida como otras disciplinas, es importante debido a que permite utilizar diferentes terapias que normalmente ofrecen muchas ventajas, de manera que los pacientes con dificultades para articular los sonidos puedan tener mejor dicción, aparte de fortalecer la musculatura involucrada al tragar y así aportarle bienestar a las personas que sufran de dichos problemas, ya sea porque padezcan de una condición congénita (de nacimiento), hayan tenido un accidente o exista alguna otra causa.
Antes de contactar a un fonoaudiólogo, se recomienda averiguar cuáles son las enfermedades que puede tratar, ya que algunos podrían tener especializaciones que les permiten trabajar con pacientes que sufren de padecimientos complejos.
Cuando asistir al fonoaudiólogo infantil
Es recomendable que los padres lleven a su hijo al fonoaudiólogo infantil si notan que le cuesta tragar sus alimentos, tiene problemas para prestar atención, no escucha cuando le hablan, sufre de tartamudez o adopta ciertos hábitos que complican su comunicación. Estas son razones válidas para consultar a un fonoaudiólogo infantil a la brevedad posible.
Por ejemplo, puede que un niño se haya realizado una operación en un oído y necesite rehabilitar las funciones auditivas, en este caso la fonoaudiología podría ayudarlo a mejorar su capacidad de escuchar, acelerar su proceso de recuperación u realizar alguna otra actividad relacionada.
Generalmente, los fonoaudiólogos infantiles utilizan una estructura para identificar cuál habilidad debería tener cada niño según su edad. Es decir, si al tener tantos años hace ciertas acciones como hablar sin balbucear, lo más seguro es que esté bien y no necesite tratamiento alguno.
Ahora bien, la evaluación del niño abarca varios niveles (semántico, lingüístico, del habla, entre otros), haciendo énfasis en los sonidos que pueden emitir y la capacidad de generarlos de forma clara. Si un fonoaudiólogo infantil identifica un problema con una letra en particular o cualquier otra situación, podría diseñar una terapia que lo ayude a corregir el padecimiento que tenga.
Aspectos generales a considerar
Las personas que necesiten aparatos para oír mejor tienen la opción de consultar a un fonoaudiólogo, ya que muchos de ellos están autorizados para emitir prescripciones indicando artefactos auditivos, según lo establecido por el Proyecto de Ley aprobado en el 2012. Por otra parte, a veces los fonoaudiólogos pueden derivar a un paciente hacia otros profesionales o formar un equipo de trabajo para indicar el tratamiento más adecuado.
Esta disciplina no solo es útil para evaluar y diagnosticar problemas de comunicación, también sirve para prevenir afecciones en el aparato auditivo y en las cuerdas bocales, principalmente a nivel laboral. Además, puede ayudar a tratar los siguientes padecimientos y enfermedades comunes:
- Autismo.
- Dislalia.
- Dispraxia.
- Disfemia.
- Dislexia.
- Disfonía.
- Afasia.
- Deglución atípica.
Vale decir que la comunicación es un elemento indispensable en la vida diaria, por lo que cualquier problema al hablar o al oír debería tratarse lo más rápido posible. De no ser así, podría empeorar y hacer que después sea más difícil o costoso lidiar con la situación que se presente.