En Chile existen diferentes normas que regulan el maquillaje. En primer lugar, es importante definir que es un cosmético o maquillaje, para entender a qué productos aplica la ley. Este concepto se refiere a un elemento preparado para el uso externo en el cuerpo humano, con el fin de embellecerlo o mejorar su apariencia.
Para que un maquillaje se considere seguro, este debe tener una rotulación adecuada que indique el nombre del producto, la lista con sus ingredientes o componentes, el contenido neto, los detalles de su fabricación (registro del Instituto de Salud Pública o ISP, país donde de fabricación, empresa fabricante, etc.), además de describir el propósito del producto, todo esto redactado en español. Algunas marcas se distinguen porque no hacen pruebas en animales, lo cual puede ser relevante para personas preocupadas por este tema.
La autoridad chilena que establece las reglas de fabricación y otros aspectos del maquillaje es el “Reglamento del Sistema Nacional de Control de Cosméticos”, tal como lo indica el Decreto 239. Este exige que no se puede hacer falsa publicidad de las bondades del producto, ni tampoco se le pueden atribuir funciones terapéuticas no comprobadas, entre otras limitaciones.
De hecho, un producto de maquillaje de ojos u otras áreas se caracteriza por no tener beneficios terapéuticos. Está diseñado para aplicarse únicamente en pieles sanas y puede usarse diariamente sin problemas. En el caso de productos como desodorantes o pastas de diente, estos se consideran productos de higiene personal porque su objetivo es el aseo de la persona, pero también entran dentro de la categoría de cosméticos. Otros ejemplos son los champús, los protectores solares, las cremas de afeitar, entre otros.
Por otro lado, es posible fabricar cosméticos en una casa o departamento, siempre que se tenga autorización para hacerlo, los productos de maquillaje sean de bajo riesgo (sales de baño o jabones) y el lugar donde se fabriquen esté separado de las demás habitaciones. Es importante destacar que los cosméticos que se fabriquen no pueden ser artesanales; en cambio, deben cumplir las reglas establecidas por el ISP.
Si una persona o empresa quiere vender un producto de maquillaje, es obligatorio que tramite la autorización ante el ISP. Por lo tanto, está prohibido comercializar maquillaje sin permiso. Después de que la empresa o persona entregue los antecedentes exigidos por dicho instituto, debe esperar 5 días aproximadamente para saber si fue aprobada su autorización.
Algunos de los requisitos son indicar el nombre del maquillaje o cosmético, su contenido, el modo de uso, las precauciones relacionadas con su conservación y utilización, la fórmula, su fecha de vencimiento, entre otros detalles. Es relevante destacar que no se permite importar productos mientras se espera la respuesta del Instituto de Salud Pública.
Por supuesto, es posible importar productos de maquillaje de ojos o para otras zonas del rostro, siempre y cuando la empresa tenga un representante legal que esté domiciliado en Chile y se cuente con el permiso de Uso y Disposición, para poder pasar por la aduana. Además, los productos deben pasar por un control sanitario, y se debe definir quién es el importador.
Existen empresas y profesionales en el país que ofrecen asesorías para saber cómo registrar un producto de maquillaje, adaptándolo a las exigencias del ISP. Lo ideal es asesorarse bien para cumplir con todo el reglamento vigente de Chile y evitar problemas como sanciones, multas u otros tipos de castigos.
El maquillaje es parte importante en un matrimonio, debido a esto varios estudios de maquillaje y estilismo ofrecen a las novias una atención integral y personalizada. Diseñando y pensando un look basándose en las necesidades de la clienta.
Cuando se trata de maquillaje para bodas, la elección de colores es fundamental. Los maquilladores expertos saben cómo seleccionar tonos armoniosos y equilibrados que resalten los rasgos de la novia de manera natural y elegante. Los colores pasteles, los tonos de piel y los tonos claros son opciones populares para lograr un maquillaje sofisticado y atemporal que se vea perfecto tanto en persona como en las fotografías.
La conveniencia también juega un papel valioso en el proceso de maquillaje de bodas. Los estudios de maquillaje y estilismo ofrecen flexibilidad en cuanto al lugar donde se realiza el maquillaje. Puede llevarse a cabo en un salón de belleza, en el domicilio de la novia o incluso en el sitio de la ceremonia. Esta adaptabilidad asegura que la novia se sienta cómoda y relajada mientras se prepara para su gran día.
Preparar la piel de antemano es un consejo importante para lograr un maquillaje nupcial impecable. Siguiendo una rutina de cuidado de la piel, que incluya la hidratación regular y la exfoliación, se asegura que la piel esté fresca y radiante para el día de la boda. Las empresas de maquillaje y estilismo no solo se centran en el maquillaje, sino que también ofrecen una gama completa de servicios, desde peinados y cejas hasta pestañas y manicuras, para garantizar que la novia esté completamente preparada y radiante en su día especial.
