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Cuando el arrendatario y arrendador tienen un problema sin solución aparente, y el dueño de la propiedad quiere que el arrendatario la desocupe, es necesario realizar el proceso de desalojo del arrendatario, el cual se tiene que hacer a través de los Tribunales de Justicia. Este proceso se puede realizar a través de estos puntos:
Un estudio de título se refiere a la revisión de los antecedentes legales de una propiedad o inmueble. El objetivo principal de este estudio es determinar la situación legal y jurídica de la propiedad y del propietario. Para realizar este proceso se recomienda seguir los siguientes puntos.
Es fundamental contactar con un abogado si es que tienes dudas o necesitas asesoramiento legal, es recomendable consultar con un abogado especializado en derecho inmobiliario.
El abogado inmobiliario es el que se especializa en el área legal relacionada con los bienes raíces y la propiedad inmobiliaria. Las tareas más comunes de estos abogados son el asesorar a sus clientes en todos los aspectos legales relacionados con transacciones inmobiliarias, contratos de arrendamiento, compraventa de propiedades, regularización de títulos de propiedad, inscripciones en el conservador de bienes raíces, entre otros. Los puntos más vistos por parte de este tipo de abogados son.
Comprar una casa es un paso muy importante en la vida de cualquier persona, además de que es una de las formas más seguras de invertir tu dinero y evitar que se devalúe. Hoy en día adquirir una vivienda nueva puede ser muy complicado por los altos precios, así que muchas personas en la actualidad prefieren comprar una casa usada que esté en excelentes condiciones.
A continuación te presentamos algunos aspectos relevantes que debes tener en cuenta a la hora de comprar una casa usada en Chile.
Por el precio tan alto de las propiedades, la mayoría de las personas solicitan un subsidio para conseguir los fondos. Los principales requisitos son: tener un dinero ahorrado en el banco equivalente a entre 30 y 80 Unidades de Fomento (UF), dependiendo del tipo de préstamo y estar registrado en el Registro Social de Hogares (RSH) como una familia (no se permiten postulaciones de personas solas, a menos que sean discapacitados, adultos mayores o viudos).
También se necesita:
Al igual que los chilenos, los extranjeros deben cumplir con estos requisitos, aparte de contar con permanencia definitiva en su cédula y presentar un certificado de este tipo de permanencia.
Luego hay que revisar las fechas de postulación publicadas por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), ir a la municipalidad que corresponda según el municipio y realizar el trámite por internet o en persona en las oficinas del Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU).
Es posible que el SERVIU rechace la postulación, pero de igual manera se puede volver a solicitar el subsidio. Lo recomendable es buscar asesoría con un corredor de propiedades para saber la mejor forma de hacer este trámite.
Antes de hacer cualquier pago debes asegurarte de que la propiedad esté libre de deudas y que no existan problemas con el Estado. Para ello se recomienda que vayas al Conservador de Bienes Raíces y solicites diferentes certificados, tales como el de litigios, gravámenes e hipotecas de un inmueble, para así saber si el mismo está libre de cargas financieras.
Además, puedes pedir el certificado de número (para ubicar a una propiedad en una comuna), certificado de no expropiación municipal y constancia del pago de contribuciones fiscales.
Por otra parte, se sugiere que revises la información del seguro que protege a la vivienda (si lo tiene), ya que algunos bancos pueden exigir que el inmueble esté asegurado para poder otorgar el préstamo.
Debes tener en cuenta que todo este proceso será mucho más sencillo con la ayuda de un profesional dedicado al corretaje. Para asegurarte de que sea el adecuado te recomendamos que te fijes en los siguientes aspectos:
Comprar una casa usada en Chile es sencillo si cumples con los pasos indicados y cuentas con toda la documentación necesaria. Debes tener en cuenta que la asesoría inmobiliaria es fundamental si no tienes experiencia previa en la compra de viviendas. Un buen agente de bienes raíces puede marcar la diferencia entre una compra rápida y fácil y un proceso tedioso que puede llegar a tardar meses.
Para vender una casa o departamento, el vendedor debe recopilar una serie de documentos para demostrarle al comprador que el inmueble es legal y de su propiedad. En este sentido, el propietario puede contratar a un corredor de propiedades que lo ayude a realizar las gestiones, aparte de contar con un abogado que revise el contrato de compraventa.
La documentación necesaria que podría exigir el potencial comprador de la propiedad incluye:
Hay otros documentos que pueden ser solicitados dependiendo del caso, tales como:
Por ejemplo, la escritura de constitución no aplica para las personas naturales. Y el reglamento de copropiedad solo se necesita cuando la propiedad forma parte de un edificio o condominio.
Por otra parte, uno de los trámites más importantes es el estudio de los títulos de dominio, es decir, la documentación que permite al dueño disponer de su inmueble como considere conveniente. Si resulta que dichos papeles no cumplen con las normas del Derecho Inmobiliario, no se podrá hacer la venta.
Dichos títulos de dominio deben tener un mínimo de 10 años y se pueden solicitar en la notaria donde se legalizó el trámite. Por tratarse de documentos tan valiosos, se pueden consignar copias.
Cabe destacar que cuando aparezca alguien interesado en la vivienda, la venta puede durar 2 meses aproximadamente en concretarse. Esto es debido a la cantidad de documentos y trámites que deben hacer las personas involucradas en el negocio.
Lo primero que debes hacer como propietario es fijar un precio. Para ello puedes comparar el valor de las propiedades cercanas con la tuya, además de realizar una estimación con base a las características de la vivienda.
Luego puedes publicar el inmueble en páginas web, inmobiliarias, diarios, etc., aparte de comentarle a los contactos por si acaso conocen a alguien que esté interesado.
En el anuncio o aviso de la propiedad, tienes que detallar todas las características de la misma: cantidad de cuartos, baños, metros cuadrados disponibles, dirección exacta, precio y otros espacios de la casa o departamento. También debes indicar cualquier dato que pueda requerir atención, por ejemplo, si la vivienda está en construcción.
Se sugiere que las fotos por publicar muestren el inmueble de la mejor manera posible, en pro de que el potencial comprador pueda hacerse una idea completa de la propiedad.
Si la persona interesada se compromete con el dueño del inmueble para hacer la compra, se debe hacer una promesa de compraventa para proteger a ambas partes.
Después de que las partes involucradas en la compraventa estén de acuerdo, deben ir a una notaría para que el notario revise el contrato. Seguidamente, el comprador y el vendedor deben firmar para concretar la transacción. Por último, el comprador puede entregar un vale vista (parecido a un cheque) que representa el pago por la propiedad. También es posible pagar de otras formas, siempre y cuando se deje constancia del medio de pago utilizado en el contrato de compraventa, tal como sucede con los vales.
Mediante la firma de este documento, el comprador confirma su intención de adquirir la casa o departamento (siempre y cuando los papeles estén al día), y el vendedor tiene la confianza de que la persona cuenta con los fondos para completar el pago.
Es uno de los trámites más importantes al momento de vender una propiedad, debido a que el banco podría negarse a facilitar el crédito hipotecario si la documentación no está ajustada a Derecho, es decir, no cumple con los requisitos legales mínimos para las ventas de propiedades. Por esta razón es el paso previo a concretar la venta de la misma, además de que se establecen multas por si acaso el comprador o el vendedor se arrepienten a última hora.
En este sentido, si alguno de los dos no cumple con su parte del trato, la contraparte puede recoger un cheque en Notaria correspondiente al 15% del costo del inmueble. Previo a este paso, ambos dejan un cheque al notario junto con las indicaciones para lo que se va a hacer, si hay incumplimientos.
En resumen, la promesa de compraventa debe ser justa para todas las personas involucradas en la transacción. Por lo que los plazos de tiempo para conseguir documentación faltante y las posibles multas deben ponerlos a todos en igualdad de condiciones, sin que ninguno tenga ventaja sobre el otro.
Las personas o empresas que tengan bienes raíces deben declarar impuestos con base a los ingresos obtenidos de sus propiedades. Más aún, cuando se aproxima la Operación Renta en marzo de cada año, por lo que se debe tener todo preparado para pagar los impuestos a tiempo.
Por ejemplo, si tienes una propiedad arrendada a un tercero, esta se considera un bien de inversión debido a la rentabilidad que genera. En este caso, se aplica un impuesto del 25%.
Este tributo debe ser agregado a la declaración del impuesto anual a la renta, que se realiza en abril de todos los años. Dependiendo del monto, puede aumentar considerablemente la deuda tributaria que se tenga que pagar.
Los impuestos que afectan al arriendo de inmuebles son el impuesto global complementario y el de primera categoría. El primero establece una tabla de niveles clasificados por montos, que representan los ingresos obtenidos en el año fiscal (del 1º de enero hasta el 31 de diciembre).
Por lo tanto, si se recibieron $200.000 por concepto de arriendo, hay que sumar esa cantidad a las ganancias recibidas en el año. Y además indicar bien en el formulario que se trata de arriendo.
Con respecto al impuesto de primera categoría, se refiere a una clasificación que engloba a todas las rentas producto del capital, es decir, de las utilidades que produzca algo que se haya comprado antes.
Por cierto, al momento de llenar la documentación tributaria se debe tener cuidado para no cometer ningún error que pueda costar a futuro. Para evitar ese tipo de cosas, es aconsejable contar con los servicios de un contador.
En este caso hay dos impuestos que podrían aplicarse a la enajenación o venta de bienes raíces: el IVA y el impuesto sobre la renta.
Si la persona que vende la propiedad la obtuvo como herencia, no se le cobra el IVA, ya que no se considera como un vendedor, de acuerdo al artículo 2 de la Ley 825. Se sobreentiende que el heredero recibió el bien por el derecho legítimo que tiene, y no con la intención de que lo vendiera.
Por el contrario, si una persona natural compra un bien y lo vende en menos de un año, debe pagar IVA. La única forma de evitar este pago es demostrar ante las autoridades que no lo compró con ánimos de venderlo.
Con relación al impuesto a la renta, el Estado cobra un 10% de impuesto a toda enajenación de bienes raíces. A menos que el vendedor tenga una relación con el comprador, que puede ser familiar o como socios.
Sea cual sea el caso, lo mejor es seguir los consejos profesionales de un contador para asegurarse de que los montos de cada transacción estén correctos.