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La dieta vegana es la que se basa en no consumir ningún tipo de producto de origen animal. Además de la carne y el pescado, incluye los huevos, miel y todos los productos lácteos como la leche, el queso, yogur, etc. Cada vez son más personas las que por razones éticas, ambientales o nutricionales deciden seguir una dieta vegana.
Aquí hay algunas recomendaciones generales para seguir una dieta vegana ideal y equilibrada:
Siguiendo las pautas antes mencionadas, es posible lograr una dieta vegana ideal, teniendo en cuenta que las necesidades nutricionales pueden variar según la edad, género, nivel de actividad física y otros factores. Optar por una alimentación vegana variada y equilibrada, puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de productos animales, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Es común confundir a los veganos con los vegetarianos porque básicamente ambos términos consisten en personas que no comen carne. No obstante, hay una gran diferencia entre ser vegano y ser vegetariano, que radica principalmente en los productos que consumen y los alimentos que evitan en su dieta cada uno.
En otras palabras, un vegano es más estricto y prohíbe el consumo de lácteos, huevo, miel y cualquier producto de origen animal, mientras que los vegetarianos sí tienen la opción de consumir estos alimentos.
La proteína es un nutriente esencial para nuestro organismo, siendo crucial asegurar su consumo en cantidades adecuadas para promover una salud óptima y un funcionamiento corporal adecuado. Existe una gran variedad de alimentos vegetarianos que son ricos en proteínas. Algunos ejemplos de estos son:
Una alimentación vegetariana bien balanceada, que incorpore estos alimentos altos en proteínas, puede cubrir las necesidades nutricionales. No obstante, es fundamental el poder mantener una atención especial en el consumo de otros nutrientes esenciales, tales como el hierro, calcio, vitamina B12 y zinc, con el fin de asegurar una alimentación completa y equilibrada.
Es común confundir a los nutricionistas con los nutriólogos porque ambos trabajan con la nutrición, pero su forma de trabajar y los estudios que deben realizar son distintos. En primer lugar, los nutriólogos deben estudiar más años que los nutricionistas, debido a que primero deben completar siete años de Medicina y luego llevar a cabo un magíster en Nutrición o una especialización en ese tema. En cambio, los nutricionistas estudian cinco años para ser Licenciados en Nutrición y Dietética.
Actualmente, es posible estudiar especialidades y magísteres de Nutrición en el país en universidades como la Universidad de Chile, la Católica o la Universidad de Concepción, de manera que los que quieran ejercer como nutriólogos o nutricionistas tienen la oportunidad de prepararse en varias ciudades del país.
Ambas carreras se complementan debido a que un nutricionista puede diseñar planes de alimentación, tomando en cuenta los hábitos de la persona, mientras que un nutriólogo revisa al paciente para ver si sufre de alguna enfermedad asociada a los triglicéridos, el colesterol, el azúcar o cualquier otro factor nutricional, además de que puede recetar alguna medicina o indicar algún suplemento que ayude a la persona, lo cual no lo puede hacer un nutricionista
Dependiendo de lo que necesites, puedes tomar en cuenta los siguientes tips para saber si es mejor consultarte con uno u otro especialista:
En otras palabras, un nutriólogo generalmente va más allá de ver que los requerimientos nutricionales de cada paciente se cumplan, también busca entender qué puede estar pasando en el organismo de la persona para llegar a la raíz del problema. Un nutricionista normalmente está capacitado para evaluar la forma de comer de sus pacientes y generar pautas de alimentación según sus necesidades y preferencias, considerando todos los factores físicos que puedan estar afectando el proceso de nutrición.
Por último, si tienes hijos puede que sea bueno llevarlos a un nutricionista infantil para que aprenda a alimentarse de forma saludable y evitar enfermedades como la obesidad, el hipotiroidismo, la anemia o algún trastorno alimenticio. Ahora bien, si crees que tienen problemas hormonales, con su metabolismo o el nutricionista considera conveniente apoyarse con el nutriólogo infantil para lograr sus objetivos nutricionales (como la pérdida de peso, por ejemplo), puede que sea un buen momento para llevarlo con dicho especialista.