Un implante es la instalación de un diente artificial sobre el hueso maxilar ubicado en la boca, mientras que una prótesis (fija) también es un diente artificial que se instala en la boca, pero contiene una base que se apoya en los dientes sanos cercanos a donde se vaya a colocar la prótesis. En el caso de las prótesis removibles, la diferencia es más evidente, puesto que son las dentaduras falsas o postizas.
Además, los materiales usados para cada uno son diferentes debido a que en los implantes se usa titanio por su biocompatibilidad, que se refiere a una mejor integración a la boca, mientras que las prótesis están hechas de resina o porcelana para no dañar los dientes naturales sobre los que se sostienen. Incluso en el caso de las prótesis que no se fijan sobre ningún diente (las removibles), los materiales son de menor calidad que el titanio empleado en los implantes.
Ventajas y desventajas
Es posible evaluar los beneficios y las posibles consecuencias de ambos procedimientos, basándose en dos aspectos fundamentales: la estética y la comodidad.
Estética
Un tema que puede ser preocupante para muchos pacientes es la apariencia que tendrá la sonrisa al ponerse prótesis o implantes dentales. Por lo que se sugiere consultar las características de cada elemento:
- Ventajas: Generalmente, los implantes tienen un acabado más prolijo que las prótesis dentales fijas y removibles, aparte de que van ancladas al hueso, por lo que mantienen un gran parecido con las piezas dentales naturales y pueden durar entre 20 y 30 años en la boca del paciente. Por otra parte, los implantes ayudan a conservar el hueso que soportaba el diente caído, puesto que el tornillo insertado viene a reemplazar la raíz del diente.
En el caso de las prótesis, la principal ventaja es que es posible colocarse una removible, la cual no requiere un procedimiento tan complejo como el de los implantes. - Desventajas: El problema con los implantes es que no existe la opción de colocar uno “removible” como si fuera una dentadura falsa, así que para ponerse uno hay que someterse al procedimiento dental. Ahora bien, si se opta por una dentadura postiza (prótesis) las demás personas pueden notar con mayor facilidad la ausencia de dientes y generalmente es necesario cambiarla cada 5-7 años aproximadamente.
Siempre que una persona se haga uno de estos tratamientos, hay que considerar los cuidados que se deben tener para conservar en buen estado el implante o la prótesis dental.
Comodidad
Debido a que cualquiera de las dos opciones representa un cuerpo extraño en la boca, es normal preguntarse cómo se va a sentir una vez que el dentista termine de colocar los implantes o las prótesis:
- Ventajas: Al usar implantes, la sensación al masticar es muy parecida a la sensación natural, aunque nunca va a ser exactamente igual que antes. Sin embargo, requieren menos trabajo para limpiarlos que las prótesis dentales.
Ahora bien, la ventaja más importante de las prótesis es que podrían llegar a ser más económicas que los implantes, especialmente las removibles (dentaduras postizas). - Desventajas: Es posible que el paciente no sea un candidato ideal para un implante, incluso después de realizarse muchos exámenes médicos, por la falta de hueso maxilar. En caso de que el dentista decida colocar una prótesis, hay que considerar que pueden llegar a incomodar y se deben limpiar en profundidad (especialmente las removibles), además de mantener en buen estado las piezas dentales que componen la prótesis.
A pesar de sus diferencias, ambas cosas se asemejan porque buscan reemplazar una pieza dental perdida, por lo que el paciente no queda con un espacio entre los dientes que le puede complicar morder los alimentos, lo cual seguramente le afecte su confianza personal.
Otro parecido es que ambas opciones son procedimientos complejos, por el precio y el esfuerzo que implica cuidar un trabajo dental de por vida.
Recomendaciones
Cuando una persona tiene trabajos dentales en su boca, la higiene es aún más importante que para la gente que no posee ni implantes ni prótesis. Eso quiere decir que tendrá que dedicarle más tiempo a limpiar su boca, por lo que si un componente dental es más complicado para lavar que el otro, significa que todos los días habrá que hacer un esfuerzo extra para cepillarlos bien.
Por último, hay que estar consciente de que la decisión final va a quedar en manos del profesional. Sea cual sea la preferencia del paciente, el doctor determinará, con base a su experiencia y a los exámenes médicos realizados, si la persona puede hacerse un implante o si sencillamente no es candidato, por lo que deberá usar prótesis dentales.
Por ejemplo, es posible que el paciente no cuente con suficiente hueso maxilar para implantarle un diente artificial, o tal vez no cuente con los recursos para costear un implante. De cualquier forma, el médico sabrá decidir cuál es la alternativa que más le conviene a la persona.